¿Qué consecuencias tiene en nuestra vida que nos engañemos a nosotros mismos, y cómo podemos mejorar este aspecto, si creemos que no estamos muy contentos con lo que nos pasa?.
Sabemos que estamos funcionando de forma “incoherente” obteniendo resultados que no nos satisfacen una y otra vez, y se repiten en nuestra vida situaciones desagradables o con las que no estamos conformes.
Ésta es una de las pistas que nos puede hacer abrir los ojos.
En realidad, el autoengaño más inconsciente, podría equivaler a alguna forma MECANISMO DE DEFENSA que ponemos en marcha ante situaciones que no sabemos gestionar. Nos defienden de una sensación-emoción incómoda, de la angustia, tristeza o miedo. Y normalmente pasan desapercibidos ante nosotros.
Pondré un ejemplo:
Tienes mañana una importante entrevista de trabajo. Justamente, las entrevistas de trabajo te ponen especialmente nervioso. Te producen:
- una respuesta física (somatización) como dolor de estómago, temblores en las manos, taquicardia
- una respuesta cognitiva (cognición) del tipo “no voy a ser capaz”, “siempre me salen mal”, “no la voy a superar”
- una respuesta conductual, por ejemplo leer en internet cómo preparar una entrevista, repasar el posible contenido de la misma, o sentarme en el sofá a ver la tv porque creo que nada puedo hacer
Bien, llega la mañana siguiente, y sorpresa! Olvidaste poner la alarma del despertador y pasó la hora de la cita sin poder ir.
Puedes quedarte en un razonamiento simple y sencillo…. Fue casualidad! Esta es una forma clara de AUTOENGAÑO, pero sobre todo de no RESPONSABILIZARME.
Pero, ¿de verdad lo fue? ¿existen las casualidades tan casuales?
¿Qué dejaste de sentir hoy cuando olvidaste poner el despertador anoche? ¿nerviosismo? ¿angustia? ¿ansiedad? ¿pánico? Cualquiera querría zafarse de todas esas sensaciones desagradables, ¿no? Pues tú también. De forma inconsciente ¿es posible que tu mente haya preferido “saltarse” el paso de poner el despertador, antes que continuar con esas sensaciones tan negativas? Si, es posible. De hecho, es lo más probable.
A corto plazo, la sensación de bienestar es perfecta, más bien es una sensación de ALIVIO.
Un poco más adelante esta situación reaparecerá, de la misma forma o de otra similar, pero volverá a colocarnos en la casilla de salida.
Como no lo resolvimos en aquella ocasión, quizá tengamos una sensación de que siempre nos pasa a nosotros, tenemos mala suerte, y nos regodearemos en nuestra tristeza o malestar.
¿Cómo podemos entonces conocernos más a nosotros mismos y tener mejores experiencias en nuestra vida? Observando cuándo estamos evitando una situación, y los mecanismos defensivos que ponemos en marcha, y así hacer algún cambio en nuestra forma de afrontar cualquier situación.
